Jovenes Oblatos

Ninguna cosa es imposible para Dios

¡No temas, María, porque ninguna cosa es imposible para Dios!. En este momento recibió María su vocación. La hermana Glenda nos propone esta frase para que nos la digamos a nosotros mismos en primera persona y las meditemos. Meditar cuáles son mis miedos hoy, se las presentamos al Señor para que nos libere.
Cristo venció a la muerte porque nada es imposible para El. Pidámosle que nos enseñe a amar, a perdonar, a dar el sí, ... porque nada es imposible para El.


Dios nos conoce personalmente

En esta meditación de la hermana Glenda nos introduce en el Salmo 138. Tras la lectura de este salmo, ella nos hace la siguiente reflexión para nuestra oración: Dios nos conoce personalmente con un significado muy profundo de este verbo "conocer", hasta lo más íntimo, mucho más de lo que nosotros podemos llegar a conocernos y entender. Por eso de nada sirve intentar escondernos de El como Adán y Eva. Como el salmista lo que debemos hacer es ponernos en sus manos, decirle que nos guíe en nuestros pensamientos y actos.


2ª Carta de San Pablo a los Corintios

Tras invocar al Espíritu Santo para la oración, la hermana Glenda nos ofrece la lectura pausada de la 2ª Carta de San Pablo a los Corintios 12, 1-10. En esta lectura se nos recuerda que me debo gloriar de mis flaquezas, pues, como nos dice aquí el Señor, cuando yo soy débil El es fuerte, se realiza ahí su gracia. Meditar cuántas veces le hemos pedido que nos quite lo que tanto nos humilla, miremos cuáles son esas debilidades personales. Dar gracias al Señor porque actúa en mi debilidad.


Meditar cada uno lo que guardamos en nuestro corazón

Hoy meditamos la palabra de Dios en San Lucas 2, 46-50.
Es el relato de Jesús fue encontrado en el Templo en Jerusalén tras su pérdida. Todos estamos llamados, como María, a meditar y conservar todas las cosas que nos ayudan a ser casa de Dios en nuestro corazón y a echar todo lo que nos estorba para ello.
Meditar cada uno lo que guardamos en nuestro corazón nos ayudará a ver lo que valoramos en nuestra vida.


Ponernos como barro en manos de nuestro alfarero, Dios!

En esta ocasión la hermana Glenda nos invita a orar con la palabra que Yavhé dirigió a Jeremías cuando le mandó bajar a la alfarería. Nos lleva a ponernos como barro en manos de nuestro alfarero, Dios. Para El nada hay imposible si nosotros nos sentimos arcilla y queremos ser moldeados por Aquel que nos dio la vida y no deja de amarnos. El nos arregla siempre que nos rompemos y siempre saca una nueva vasija.


Darle gracias porque siempre esta llamando

Hoy oramos con la palabra que Dios nos dirige en el Apocalipsis 3, 14-22.
Jesús se presenta como un mendigo a mi puerta y me obliga a parar.
A veces lo hace a través de un hermano necesitado, otras me lo hace ver desde dentro.
Cada uno ve cómo Dios me llama y me invita a participar de su Eucaristía y me da la libertad de abrir o no. Pedirle que nos rompa esa sordera o ceguera para verle llamando o también darle gracias porque siempre está llamando.


Todo tiene su tiempo

Hoy la hermana Glenda nos hace la lexio divina del libro del Eclesiástico 3, 2-8. Todo tiene su tiempo. Meditar en qué tiempo estamos viviendo, pues El es el alfa y el omega, no tiene tiempo, está en todo. Saber reconocerle y alabarlo y darle gracias en cada momento de pecado o de gracia, de alegría o de pena,… Es la historia de Dios con nosotros.


El amigo fiel, el que nunca falla

En esta ocasión meditamos sobre la Amistad partiendo del texto del Libro del Eclesiástico 6, 5-17. El amigo fiel, el que nunca falla, que no tiene prisa y disfruta en nuestra presencia es un tesoro. Sólo el que teme al Señor encontrará verdaderos amigos. Se nos invita a meditar en el valor de ese amigo, el único que no falla, Jesús. A pesar de nuestras infidelidades El nos busca, sin esperar a que lo hagamos nosotros si quiera.


Nadie ni nada nos separará del amor de Dios

La meditación que hace aquí la hermana Glenda es del texto de la Carta a los Romanos 8, 31-39. San Pablo también me dirige a mí personalmente esta carta, aquí y ahora. Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?. Siendo así, nadie ni nada nos separará del amor de Dios.


¡Tú eres mi luz y mi salvación!

¡Tú eres mi luz y mi salvación! y ¡Espera en el Señor, sé fuerte! son algunos de los mensajes del Salmo 27, salmo que la hermana Glenda nos invita a meditar en esta ocasión. En esa noche de dificultades, oscuridades, preocupaciones, no perder la esperanza, ponerse en el Señor que es la Luz, la salvación.


El Magníficat - Hoy nos ponemos en oración a través de María

Hoy nos ponemos en oración a través de María. El texto es el de Lucas 2, 1-10, el Magníficat. También en mí Dios pone sus ojos, sobre todo en mi humildad pero incluso en el pecado. Hace igualmente cosas grandes por mí, sólo falta que yo me ponga en oración para darme cuenta, aunque muchas no entienda. Así, cada palabra del Magnífica tiene un significado para mí que con ayuda del Espíritu Santo puedo descubrir.


Asi me quiere a mi el Señor

En San Mateo 15, 21-28, la mujer cananea se acerca al Señor pidiendo al menos, como un perro, las migajas del Señor. Hay muchas mujeres que se pueden sentir también sin derechos, fuera de Israel, como esas sin papeles o que no pertenecen a la historia del lugar donde residen. A pesar de las pruebas que le hace pasar el Señor ella confía con una fe enorme e insiste al Señor en su petición. Así me quiere a mí el Señor.


EL siempre esta vigilante a mi lado

Meditamos el texto de San Marcos 4, 35-41. Va Jesús dormido con sus discípulos al anochecer en la barca y se desata una tempestad. Le despiertan y El ordena al viento y al mar que cesen. El Señor también me invita a mí a pasar esa noche, esa tormenta que llevo en mi vida para pasar así a la otra orilla. Aunque parece que cuando más lo necesitamos El está como dormido, pero sin embargo siempre está vigilante a mi lado.


Compromiso de oracion

En esta meditación la hermana Glenda nos lleva a la oración partiendo de la lectura de una carta del Papa Juan Pablo II en el año 2001, en la que él mismo nos recomienda la lexio divina. Desde esta carta se nos recuerda la necesidad del compromiso de oración, a través de la renovada escucha de la palabra. La palabra de la lexio divina no es una palabra cualquiera, es la palabra de Dios. Es una palabra de vida que, según el momento, nos exhorta, nos anima e incluso nos regaña.


Canciones

En esta ocasión, la hermana Glenda nos introduce en la oración con sus canciones intercaladas con cuentos pequeños y frases que nos ayudan a acercarnos al Amor misericordioso y desinteresado de Dios.


Si conocieras quien te pide de beber

San Juan 4, 7-10 hace memoria de la frase que nos dirige el Señor: “si conocieras quien te pide de beber…”. Viendo que Jesús primero le pide de beber a la samaritana y ella no se siente digna. Así nos hace el Señor, nos pide lo que nos parece mucho no es nada al lado de lo que El nos da a cambio.

Lexio Divina

En esta ocasion, la hermana Glenda nos explica el método de la lexio divina, que es un método antiguo de oración y es el que, como veremos, utilizará en todas sus meditaciones.

Fue sistematizado por un monje cartujo en el S. XII en estos 4 peldaños:

1º Lectura
2º Meditación
3º Oración
4º Contemplación de la palabra.

Nos describe cada uno de ellos de forma sencilla y didáctica. Con el seguimiento de estos peldaños podemos ascender con el corazón y la mente al cielo, un cielo que tiene nombre real: CRISTO